Mi nombre es Marta (sin “h”) aún tengo que inventar mis apellidos. No estoy segura de cual es la esencia de mi origen, creo que no importa demasiado. Llevo tiempo averiguando mi postura política con el Internet así como los mensajes de email pero sigue, como mi origen, sin resolver. Me fascina la idea de unir instantáneamente seres lejanos e incluso el drama de la escritura, pero trato de no invertir en relaciones virtuales. Me interesa más la simultaneidad del cuerpo y la palabra.
Atiendo a las distribuciones de poder en cualquier esfera y en los últimos años miro también el género. Profesionalmente he trabajado en diversas disciplinas y de todas he aprendido. Me encanta aprender, creo que siempre hay algo que aprender y otro algo que contradice lo aprendido. Mis aficiones y mi trabajo son la misma cosa en este momento de mi vida. En mis ratos libres gano dinero. Puedo hacer bien cualquier cosa que me proponga. Me alimenta el alma dejarme llevar, las historias, el teatro de marionetas, el enamoramiento, la filosofía. Soy curiosa temporal de muchas otras cosas. Como deporte me gusta pensar en el porqué de todo y a los pocos días reírme de mis propias conclusiones. Percibo que en el día a día no suele haber un objetivo claro, así que de vez en cuando me ilumino y simplemente ejecuto.
Los que me conocen dicen que tengo iniciativa, entusiasmo y pasión por la vida pero creo que es un recuerdo del pasado. Siento que llevo años huérfana de biografía ya que no se usar bien la libertad de elección desde la soledad. Cuestiono la idea de propiedad y de privacidad porque a pesar de ser necesarias, su abuso me limita la mente y el espacio. Probablemente no esté en el lado correcto del mundo pero seguro no es sano culpar a la geografía. Soy activista de la creatividad de pensamiento, acción y expresión. Creo en dios porque no lo niego y también porque estoy segura que un artista lo creó; y sobre todas las cosas, respeto a los artistas. No practico ninguna religion, pero si reciclo mis papeles, mis botellas, mi ropa, las cosas de mi studio y siempre guardo las sobras de comida. Abrazo los proyectos locales, la lucha solidaria y la superación personal. Me seduce la integridad.
Medito para saborear el momento y estoy aprendiendo a respirar. No me cuesta querer pero no soy perfecta. De hecho un poco desastre con las formalidades, los horarios, las reglas, la burocracia, la fechas ... ando ordenandome todo el tiempo. Cada día quisiera parecerme más a mi misma.
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