23 de diciembre de 2019

Encuentro con el ángel

Hoy he conocido al ángel.

Ganas dan de llorar. Qué terca criaturilla miserable, desaseada, vanidosa. Qué plumas grasientas de superviviente de marea negra, qué calva vergonzante cubierta de pelo ralo y engominado, qué barriguilla lúbrica, qué falta de dignidad, qué intentos de cohecho, qué groseras familiaridades, qué burdo narcisismo y qué tartajeo. Por no hablar de la ridícula estatura de corneja...

No me cautivan las aventuras de la humillación.
Me negué a decirle mi nombre.


Jorge Riechmann

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