26 de mayo de 2012


EL LAMENTO DE JOSÉ DE ARIMATEA 

No soporto la voz humana,
mujer, tapa los gritos del
mercado y que no vuelva
a nosotros la memoria del
hijo que nació de tu vientre.

No hay más corona de
espinas que los recuerdos
que se clavan en la carne
y hacen aullar como
aullaban
en el Gólgota los dos ladrones.
Mujer,
no te arrodilles más ante
tu hijo muerto.

Bésame en los labios
como nunca hiciste
y olvida el nombre
maldito
de Jesucristo

Leopoldo María Panero

0 comentarios: