¿Por qué cada vez que me acerco a compar un abanico a los sabaneros de la calle, acabo hablando con el nigeriano de otra cosa? Definitivamente sus sonrisas y el sol están compinchados y a mi que no me gustan esos abanicos de lunares, vuelvo una y otra vez.... como si hablando con ellos pudiera comprar el secreto del eterno fresquito... qué arte tienen con la calóooo que hase !!
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